Café y ciclismo

La relación entre el café y el ciclismo se puede abordar desde dos ámbitos diferentes pero confluyentes: por un lado, la influencia de la cafeína en la mejora del rendimiento y por otro por la cultura ciclista asociada a la ingesta de un buen café y si puede ser de especialidad mejor. 

Vamos a empezar por el lado cultural-ocio que tiene el café con el ciclismo.  Existe una relación única e inusual entre el mundo del café de especialidad y el del ciclismo. Haciendo una breve reseña histórica podemos observar la relación que ha tenido el mundo del café con el ciclismo. Todo empezó a finales de la década de 1960 y principios de los años 70, cuando el fabricante italiano de máquinas de espresso, Fabbrica Apparecchiature Elettromeccaniche e Affini (o FAEMA), patrocinó al homónimo equipo de ciclismo FAEMA, que incluía al ciclista belga Eddy Merckx. 

En 1983, la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC/Fedecafé) creó un equipo de ciclismo (Café de Colombia). Fue en este equipo en el que el ciclista colombiano Luis Alberto Herrera se convirtió en el primer ciclista sudamericano en ganar una gran vuelta en el año 1987.

A lo largo del resto del siglo XX las empresas de café (como el fabricante italiano de máquinas de espresso Saeco, el conglomerado de café Segafredo y la cadena de tiendas de café estadounidense Jittery Joe’s) siguieron patrocinando equipos y ciclistas de forma individual.

En nuestros días las tiendas de café y barras de espresso ofrecen a los ciclistas un lugar para relajarse y socializar brevemente o hacer una breve parada durante un largo viaje, pero también son una parte clave de lo que se denomina “the coffee ride” (o “pedaleada y café”). Además, hay muchas tiendas de ciclismo que ya ofrecen además de la venta de bicis y componentes un rincón para que los ciclistas puedan tomarse su café y “tertuliar” sobre el ciclismo y sus hazañas. Son muy conocidos nombres populares de tiendas que vinculan al ciclismo y a la bici, eroica café, bicicleta café, café de finca, etc.  

Por otro lado, el café y más concretamente la cafeína es el otro motivo por lo que este producto esta tan vinculado al ciclismo. 

Los siguientes puntos describen lo que hasta ahora la literatura ha contemplado como mejoras en el rendimiento, algunas de ellas no del todo claras al 100%.

- Beneficios en las sensaciones vinculadas al sistema nervioso. Inhibición de la adenosina u hormona que puede generar percepción de fatiga, lo que explicaría los beneficios mayores de la cafeína en la capacidad y rendimiento en ejercicios parecerían ser aportados por los efectos sobre el sistema nervioso central. Estos efectos reducen la percepción de fatiga y permiten mantener los resultados de ritmo y habilidades/trabajo óptimos durante un período más largo.

- Efectos vinculados con la liberación del calcio. Parece que la cafeína puede favorecer la liberación del calcio a nivel muscular, y este efecto podría generar un mayor aumento de fuerza. Esta afirmación tiene ahora detractores.

- La cafeína mejora el rendimiento de resistencia porque promueve un aumento en la utilización de grasas como combustible para el ejercicio y “ahorra” el consumo de las limitadas reservas de glucógeno en el músculo. Esta afirmación a día de hoy parece bastante controvertida y existen bastantes dudas frente a este mecanismo metabólico.  

En cuanto a los protocolos de ingesta de la cafeína existen varios que incluyen el consumo antes y durante el ejercicio y pueden mejorar el rendimiento. Además, dosis de cafeína tan bajas como 2-3 mg/kg son eficaces. Así, el protocolo “estándar” de consumo de cafeína es de una dosis de 6 mg/kg de masa corporal (BM) tomada una hora antes del ejercicio. El máximo recomendado al día estaría entorno a los 200 mg.